07 de julio de 2023
Simón Herrera Celis
Abogado egresado de la Universidad Católica Andrés Bello. Consultor en materia de energía
En los mercados bursátiles se transan diversidad de activos. Estos mercados pueden ser de distinta naturaleza, a saber: mercado monetario, mercado de capitales, mercado de valores, mercado de derivados financieros, mercado financiero de materias primas, mercado de divisas, mercado al contado, mercado de seguros y mercado interbancario. Adicionalmente, para llevar adelante las transacciones es necesario contar con intermediarios financieros, bolsas de valores, emisores, inversores y agencias reguladoras. Por principio, en los denominados mercados extrabursátiles no está presente la intermediación financiera.
Los conceptos de mercados bursátiles, mercados de capitales y mercados de valores en ocasiones se utilizan de manera intercambiable, a pesar de que puedan tener cada uno sus características propias. A los fines de este ensayo, utilizaremos el concepto de mercado de valores en atención a la terminología utilizada en la Ley de Mercado de Valores de Venezuela[1], aunque la primera legislación venezolana en la materia se denominara Ley de Mercado de Capitales[2].
Las empresas multinacionales de la energía, que antes se conocían simplemente como empresas petroleras o empresas de hidrocarburos, tuvieron en el año 2022 resultados excelentes luego de la recesión económica identificada principalmente con la pandemia mundial en los dos años precedentes. El sector energético del S&P 500[3] finalizó el año anterior con ganancias extraordinarias en vista de los altos precios del petróleo. En cualquier caso, recordemos que las grandes empresas transnacionales de energía tienen cada vez más portafolios en el campo de las energías renovables, y no sólo en petróleo y gas, mientras que la mayoría de las empresas estatales no parecen tenerlos.
Así las cosas, en este ensayo haremos un breve análisis sobre las motivaciones de las empresas para cotizar sus acciones en las bolsas de valores. Igualmente nos referiremos a varias empresas de energía de capital mixto en los mercados de valores, algunas de las cuales son consideradas empresas estatales. De seguidas, nos adentraremos en el mercado de valores de Venezuela y sobre ciertas particularidades de las empresas mixtas petroleras controladas por Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA) y la posibilidad de cotizar sus acciones en las bolsas de valores.
El objetivo esencial del mercado de valores es el de facilitar la colocación del ahorro, el cual se transfiere desde los agentes excedentarios a los agentes deficitarios. Dado que el crédito a largo plazo es más costoso que la emisión de acciones, el mercado de valores se convierte así en un sistema de intermediación donde las empresas procuran conseguir capital para sus planes de negocios. Aun cuando pueda disminuirse el control accionario de los accionistas originales con los recursos que obtienen en las bolsas de valores a través de la colocación de acciones, las empresas no tienen que usar recursos propios para inyectar capital. De esta manera se promueve el desarrollo económico con el ahorro interno que se convierte en inversión.
Las bolsas de valores son los mercados físicos o virtuales por excelencia, en los cuales demandantes y oferentes de capital realizan transacciones a través de intermediarios. Pueden ser establecimientos de carácter público o privado autorizados conforme a la legislación aplicable. Estas bolsas permiten la negociación e intercambio entre las distintas empresas que requieren financiamiento y los ahorristas, bien se trate de pequeños, medianos o grandes. Las empresas pueden colocar en una bolsa de valores sus acciones, títulos de deuda, bonos y otros instrumentos.
Con las cotizaciones en bolsa de las empresas, los inversores saben el valor de mercado de las acciones, algo que no ocurre con una empresa que no cotice. Por ello, en la medida en que la acción de una empresa se intercambie entre los participantes del mercado de valores, su precio será un mejor reflejo de la realidad del mercado y de la empresa. Está claro que el valor de cada acción está condicionado a los resultados económicos de la entidad cotizada, así como a los eventos políticos, sociales y medioambientales, tanto locales como regionales y globales. Ello es particularmente más acentuado en lo que se refiere a las empresas de energía, pues los vaivenes de estos eventos y sus imponderables suelen repercutir de manera importante en sus negocios, en el precio del petróleo y en el precio de sus acciones.
En la actualidad las empresas que cotizan en bolsa tienen que tener sus planes de responsabilidad ambiental, social y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés). Se trata de un conjunto de estándares que utilizan los inversionistas para evaluar potenciales inversiones. El tema del ESG es particularmente delicado para las empresas que se dedican al petróleo, carbón y gas natural, en razón de que muchos inversionistas han decidido alejarse de las empresas cuyas operaciones tengan un alto impacto en el medio ambiente. Debido a su relevancia, el Dow Jones (conocido índice bursátil de la Bolsa de Nueva York) tiene su propio índice de sostenibilidad (DJSI, por sus siglas en inglés). Es clave el componente de las energías renovables en sus portafolios. En este orden de ideas, algunos inversionistas verifican los planes de transición energética de estas empresas.
Las bolsas de valores otorgan prestigio e imagen de marca a las empresas, así como una mayor promoción y exposición al público. Las empresas se vuelven más atractivas cuando suministran información de manera pública y son evaluadas por las calificadoras de riesgos, además de que sus gestiones son supervisadas por las agencias reguladoras.
Las diez bolsas de mayor renombre en el mundo son: Bolsa de Nueva York, NASDAQ (National Association of Securities Dealers Automated Quotations – con sede en Nueva York), Bolsa de Tokio, Bolsa de Shanghái, Bolsa de Hong Kong, Bolsa de Londres, Euronext (Bolsa paneuropea – con sedes en París y Ámsterdam), Bolsa de Shenzhen, Bolsa de Toronto y Bolsa de Fráncfort.
Muchas de las empresas de energía (a las que algunos todavía con razón llaman empresas petroleras) cotizan sus acciones en las mencionadas bolsas de valores o en otros lugares donde tienen sus sedes. Algunas de las grandes empresas que cotizan en bolsa tienen registros financieros muy positivos (ExxonMobil, Chevron, Shell, TotalEnergies, entre otras[4]). Es de destacar que es habitual referirse a estas empresas como “empresas públicas” por cotizar sus acciones en bolsa, en contraposición con las empresas de capital cerrado.
Las empresas estatales de energía como Saudi Aramco (Arabia Saudita), YPF (Argentina), Equinor (Noruega) y Ecopetrol (Colombia) son empresas controladas por sus respectivos Estados, aunque con la participación de accionistas privados minoritarios que tienen la posibilidad de adquirir sus acciones en las bolsas de valores. En esta materia no olvidemos que las empresas estatales de la energía, como norma general, no cotizan en las bolsas de valores. Otras empresas en las bolsas de valores, como Eni (Italia) y Petrobras (Brasil), tienen como accionistas minoritarios a sus respectivos Estados, aunque con acciones doradas con poder decisorio en determinados asuntos. Esta empresa brasileña ha sido catalogada como la empresa más grande de América Latina. Otras empresas estatales de la energía que cotizan en bolsa son las gigantes chinas CNPC y Sinopec.
Todos estos ejemplos denotan el interés de importantes empresas estatales y empresas de capital mixto de acceder a las ventajas de las bolsas de valores con la cotización de parte de sus acciones.
El caso de Saudi Aramco es a nuestro entender el caso más emblemático de la lista anterior. El supergigante de la industria de la energía salió a la Bolsa de Valores de Tadawul en Riad en 2019, oportunidad en la que ofertó apenas un 1.5% de sus títulos dentro de un proceso de suscripción de venta pública de acciones. Esta empresa estatal saudí ha sido reconocida en 2022, después de Apple y Microsoft, como la empresa de mayor capitalización de mercado en el mundo[5]. En la actualidad el mercado reconoce el valor de Saudi Aramco por encima de las empresas multinacionales de la energía que también cotizan en bolsa. Según algunas estimaciones, Saudi Aramco tiene un valor superior a estas cinco multinacionales de la energía juntas: ExxonMobil, Total, Shell, Chevron y BP[6]. Por supuesto, que el valor de Saudi Aramco se sustenta en la propiedad de inmensas reservas de petróleo y gas y en sus bajos costos de producción. Por lo demás, Saudi Aramco tiene su propio plan de transición energética, cuyos resultados se verán en las próximas décadas.
El mercado de valores de Venezuela se rige en primer término por la mencionada Ley del Mercado de Valores. Igualmente forman parte del marco legal vigente, la Ley de Entidades de Inversión Colectiva[7], la Ley de Caja de Valores[8] y la Ley de la Bolsa Pública de Valores[9]. Adicionalmente se deben tomar en cuenta las Normas relativas a la Oferta Pública, Colocación y Publicación de las Emisiones de Valores[10] y las Normas relativas al Buen Gobierno Corporativo del Mercado de Valores[11], entre otras normas de rango sub-legal.
La agencia reguladora en el mercado de valores venezolano es la Superintendencia Nacional de Valores (Sunaval), ente autónomo creado por la Ley del Mercado de Valores, que tiene por objeto controlar, crear, promover, regular, supervisar y vigilar el mercado de valores. La Sunaval sustituyó a la antigua Comisión Nacional de Valores que fuere establecida por la derogada Ley de Mercado de Capitales.
Según la Ley del Mercado de Valores las personas reguladas y sujetas a la supervisión de la Sunaval son las siguientes: personas jurídicas cuyos valores sean objeto de oferta pública, entidades de inversión colectiva, corredores públicos de valores, sociedades de corretaje de valores, casas de bolsa, asesores de inversión, bolsas de valores, corredores de valores agrícolas, casas de bolsa agrícolas, bolsas agrícolas, cajas de valores, agentes de traspaso, sociedades titularizadoras, cámaras de compensación de opciones, futuros y otros derivados, agencias calificadoras de riesgo y firmas de contadores públicos.
Como en otros países con mercados de valores, en Venezuela están regulados los instrumentos de renta variable (acciones, obligaciones convertibles y participaciones en fondos de inversiones), y de renta fija (deudas de corto plazo con vencimiento de doce meses y deudas a largo plazo con vencimiento a más de doce meses).
Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA) es una empresa de capital público cuyas acciones pertenecen a la República Bolivariana de Venezuela. Estas acciones no pueden ser transferidas al sector privado por las restricciones establecidas en el artículo 323 de la Constitución[12]. Ahora bien, en nuestro criterio, esta misma norma constitucional permitiría que PDVSA pudiere eventualmente traspasar al sector privado sus participaciones en filiales, empresas mixtas, asociaciones estratégicas y otras sociedades, de no existir las actuales limitaciones en la legislación.
El caso de las empresas mixtas petroleras aguas arriba (que realizan actividades primarias) requiere una mención, pues la Ley Orgánica de Hidrocarburos[13] consagra en su artículo 22 que más del 50 % de su capital tiene que pertenecer al Estado venezolano. Lo anterior, sin considerar las normas más laxas sobre la propiedad del capital accionario de las empresas del Estado venezolano previstas en la Ley Constitucional Antibloqueo para el Desarrollo Nacional y la Garantía de los Derechos Humanos[14], cuyos fundamentos constitucionales y viabilidad legal son objeto de un controvertido debate. En todo caso, conforme al artículo 26 de esta llamada Ley Constitucional se permitiría enajenar las acciones de las empresas mixtas petroleras más allá de los límites previstos en la Ley Orgánica de Hidrocarburos, aunque en la práctica se ha visto que no ha sido utilizada para estos fines hasta donde conocemos.
En mayo de 2022 se produjo un importante anuncio del Ejecutivo Nacional sobre su decisión de colocar un porcentaje de las acciones de algunas empresas mixtas petroleras en el mercado de valores de Venezuela, así como de otras empresas de capital público, con el objetivo de buscar financiamiento[15]. En ese momento se mencionó que varias empresas públicas ofertarían entre el cinco y el diez por ciento de sus acciones a través de la Bolsa de Valores de Caracas para la captación de inversión privada nacional e internacional. Esta venta de acciones de empresas estatales venezolanas efectivamente sí se ha producido en el sector de telecomunicaciones con la empresa CANTV[16] y en el sector bancario con el Banco de Venezuela[17]. Sin embargo, luego de más de un año, los planes de colocar un número de acciones de las empresas mixtas petroleras en la Bolsa de Valores de Caracas no han tenido mayores avances que hayan transcendido a la opinión pública.
La Ley del Mercado de Valores permite colocar las acciones de las empresas mixtas petroleras en las bolsas de valores. Sin embargo, la realidad es que las empresas venezolanas de capital público tienen serios problemas para recibir financiamiento internacional, en especial el de entidades financieras, empresas y fondos de inversión de los Estados Unidos, en vista de las sanciones económicas impuestas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de ese país. En efecto, las empresas mixtas petroleras han sido calificadas como filiales de PDVSA, y como tales se encuentran sancionadas por la OFAC.
En lo que respecta a las empresas mixtas petroleras, únicamente en el supuesto que PDVSA reduzca su participación accionaria por debajo del 50 %, sería posible recibir financiamiento de cualquier tipo de instituciones de los Estados Unidos que pretendan adquirir sus acciones en bolsa. Esto pudiere cambiar si los Estados Unidos levanta o modifica el régimen de sanciones en contra de Venezuela.
Los mercados de valores constituyen una de las fuentes más importantes a través de las cuales las empresas recaudan dinero para sus planes de inversiones. Con los mercados de valores se observa una dinámica particular, esto es, mientras menor sea la presencia del Estado empresario y su imposibilidad de financiar el crecimiento económico de un país, mayor debe ser la presencia de inversiones en las empresas que cotizan en bolsa. Hay evidencias claras de muchos países que han sostenido su crecimiento con la inversión privada y el mercado de valores como motores fundamentales de la actividad económica.
Las bolsas de valores son un elemento clave para el desarrollo de los mercados de valores. Ellas sirven para canalizar el ahorro hacia la inversión productiva, a la vez que tienden a optimizar la asignación de recursos financieros. Constituyen de por sí el mejor mecanismo para promover la libre determinación de los precios de las acciones y la transparencia en las transacciones financieras que allí se ejecutan.
Desde comienzos del año 2022 los ingresos de la mayoría de las empresas de energía a nivel mundial han crecido de manera exponencial en razón de los altos precios del petróleo. Esta afirmación abarca a las empresas que cotizan en bolsa y a las que no lo hacen. Ello se explica porque existe una relación causal en su desempeño con respecto a los precios del petróleo. Habrá que esperar por los resultados económicos en el año 2023, a la par de observar el posicionamiento que sigan tomando las energías renovables en la transición energética.
Los modelos de negocios de las multinacionales de la energía se basan en su participación en los mercados con la colocación de sus acciones en las bolsas de valores más reconocidas. Las experiencias de las empresas del Estado en la industria de la energía que cotizan un limitado número de sus acciones en el mercado de valores han resultado exitosas, como se puede corroborar, en mayor o menor medida, en los casos de YPF, Equinor, Ecopetrol y Saudi Aramco. Esta empresa saudita destaca abiertamente con sus ingresos por encima del resto de las empresas de energía. Igualmente ha resultado exitoso el caso de Eni, en el cual el Estado italiano se desprendió de su mayoría accionaria. Mención aparte merece el positivo desempeño de Petrobras, en la que el Estado brasileño tiene una participación determinante. Algunas conocidas empresas estatales chinas como CNPC y Sinopec también cotizan en bolsa.
Venezuela cuenta con un marco legal para desarrollar su apenas incipiente mercado de valores. La Ley del Mercado de Valores puede servir para catapultar las inversiones en bolsa. No obstante, faltan los actores económicos y el clima de negocios adecuado para impulsar el crecimiento de este mercado. No olvidemos que la economía venezolana ha estado sujeta por muchos años al papel preponderante del Estado, y esto es particularmente cierto en el sector de la energía.
A la fecha no tenemos información concreta sobre los avances que hayan podido tener las empresas mixtas petroleras en cuanto a colocar parte de sus acciones en las bolsas de valores en Venezuela. Desafortunadamente, existen muchos obstáculos para hacer que se haga realidad este objetivo, aunque la idea no deja de resultar atractiva. En la actualidad estas empresas se encuentran sometidas a las sanciones económicas de los Estados Unidos y no hay indicios en este momento de que vayan a ser levantadas.
Para concluir debemos indicar que el atractivo de los inversionistas privados se acrecentaría si las empresas mixtas petroleras no estuvieren controladas por el Estado venezolano. En tal sentido, no nos queda más que reiterar la idea sostenida en otras oportunidades, en lo concerniente a la urgente necesidad de reformar la Ley Orgánica de Hidrocarburos, a los fines de sentar las bases para relanzar la industria del petróleo y gas natural asociado, a través de un modelo de gestión en que el sector privado asuma un papel activo sin el requerimiento de la participación estatal, como de hecho está contemplado en la vigente Ley Orgánica de Hidrocarburos Gaseosos[18] desde finales del siglo pasado.
[1] Gaceta Oficial N° 6.211 extraordinario de 30 de diciembre de 2015.
[2] Gaceta Oficial N° 1.566 extraordinario de 31 de enero de 1973 (derogada).
[3] El índice Standard & Poor’s 500 -igualmente conocido como S&P 500-, es uno de los índices bursátiles más importantes de los Estados Unidos, y posiblemente el índice más representativo de la situación del mercado estadounidense. El índice se basa en la capitalización de mercado de 500 grandes empresas con acciones que cotizan en las bolsas de Nueva York y NASDAQ.
[4] https://www.forbes.com/advisor/investing/best-oil-stocks/ (Consultado el 25 de junio de 2023).
[5] https://www.financialexpress.com/business/investing-abroad-apple-vs-microsoft-vs-saudi-aramco-how-the-market-cap-dominance-was-lost-and-regained-2695594/ (Consultado el 20 de mayo de 2023).
[6] https://www.france24.com/es/20191211-aramco-sale-la-bolsa-de-riad-y-se-convierte-en-la-empresa-p%C3%BAblica-m%C3%A1s-valiosa-del-mundo (Consultado el 26 de junio de 2023).
[7] Gaceta Oficial N° 36.027 de 28 de agosto de 1996.
[8] Gaceta Oficial N° 36.020 de 13 de agosto de 1996.
[9] Gaceta Oficial N° 5.999 extraordinario de 13 de noviembre de 2010.
[10] Gaceta Oficial Nº 41745 de 24 de octubre de 2019.
[11] Gaceta Oficial N° 42171 de 19 de julio de 2021.
[12] Gaceta Oficial N° 5.908 extraordinario de 19 de febrero de 2009.
[13] Gaceta Oficial N° 38.443 de 24 de mayo de 2006.
[14] Gaceta Oficial N° 6.583 extraordinario de 12 de octubre de 2020.
[15] https://www.sunaval.gob.ve/2022/05/16/empresas-publicas-ofertaran-acciones-en-la-bolsa-de-valores-de-venezuela/ (Consultado el 24 de junio de 2023).
[16] https://correodelcaroni.com/laboral-economia/publico-en-general-ya-puede-adquirir-acciones-de-cantv/ (Consultado el 24 de junio de 2023).
[17] https://correodelcaroni.com/laboral-economia/banco-de-venezuela-inicia-la-oferta-de-5-de-sus-acciones-en-el-mercado-de-valores/ (Consultado el 24 de junio de 2023).
[18] Gaceta Oficial N° 36.793 de 23 de septiembre de 1999.