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12 de diciembre de 2019
Simon Herrera Celis
Abogado egresado de la Universidad Católica Andrés Bello, consultor en materia de petróleo y gas
El descubrimiento del “Campo Perla”
En septiembre de 2019 se cumplieron diez años de lo que fue catalogado como el mayor descubrimiento de un yacimiento de gas natural en Latinoamérica y uno de los mayores del mundo. La empresa conjunta Cardón IV, S.A., integrada por las transnacionales de la energía Eni y Repsol, lograba el fabuloso hallazgo del Campo Perla con la perforación de su primer pozo exploratorio denominado Perla I, ubicado en aguas someras de unos 60 metros de profundidad en el Bloque Cardón IV en el Golfo de Venezuela, a 50 kilómetros de las costas al oeste de la Península de Paraguaná, en el Estado Falcón. La noticia fue recibida con regocijo en la industria energética global, lo que conllevó a que Venezuela se situara una vez más ante la mirada atenta de autoridades, inversionistas, analistas, proveedores de bienes y servicios, así como de la prensa especializada. Se trataba de nada más y nada menos del mayor descubrimiento de hidrocarburos realizado por Repsol en toda su historia, aunque fuese a través de su empresa afiliada en la que posee el cincuenta por ciento de su capital social, una participación similar a la de Eni.
Los análisis iniciales determinaron que el gigantesco Campo Perla posee más de 9 TCF (trillones de pies cúbicos, en su denominación en inglés) de reservas de gas natural, más los condensados que son entregados por la empresa operadora a la nación venezolana libre de costos. Por su parte, Venezuela, es el octavo país con mayores reservas probadas de gas natural a nivel mundial, según las estimaciones oficiales de la Agencia Internacional de Energía (AIE) y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), cuyos números pudieren aumentar con campañas exploratorias exitosas en áreas prospectivas principalmente ubicadas costa afuera.
Cardón IV, operadora del Campo Perla
El operador del proyecto desde su inicio es Cardón IV, una compañía de propósito único creada por Eni y Repsol para explorar y explotar el Bloque Cardón IV, que fue otorgado en la licitación internacional llevada adelante en los años 2005-2006 por el Ministerio de Energía y Petróleo, en el marco del Proyecto Rafael Urdaneta – Fase B, y en cuya licitación participaron algunas de las más importantes multinacionales petroleras. Un gran proyecto cuyas inversiones han sido estimadas en 7 billones de dólares con financiamiento propio. El Ministerio otorgó a esta empresa en 2006 una licencia para la exploración y explotación de hidrocarburos gaseosos no asociados al petróleo, por un lapso de 30 años, prorrogables por 30 años adicionales, de conformidad con la Ley Orgánica de Hidrocarburos Gaseosos de 1999 (LOHG) y su Reglamento del año siguiente.
Sobre el régimen jurídico venezolano en materia de hidrocarburos gaseosos no asociados
En Venezuela la LOHG y su Reglamento son los instrumentos jurídicos fundamentales para ejecutar proyectos de exploración, explotación, transporte, procesamiento, industrialización y comercialización de los hidrocarburos gaseosos no asociados. Estas son normas que permiten de manera bastante amplia la participación del sector privado nacional y foráneo en la ejecución de proyectos relacionados con el también llamado gas libre, tanto aguas arriba y como aguas abajo, por cuanto no es obligatoria la participación del Estado venezolano, siendo Cardón IV un proyecto aguas arriba por definición. La LOHG fue dictada en un período en el cual el Gobierno nacional promovió la entrada de capitales privados bajo regímenes flexibles en los sectores gasíferos, eléctrico y de telecomunicaciones, lo cual se vio reflejado en las Leyes dictadas en la misma época: Ley de Promoción y Protección de Inversiones de 1999, Ley Orgánica de Telecomunicaciones de 2000, y Ley Orgánica del Servicio Eléctrico de 2001.
Con lo anterior destacamos que el establecimiento de un marco jurídico adecuado para la protección de las inversiones privadas, nacionales y extranjeras, es un elemento primordial para promover y alcanzar una economía competitiva, respetando los principios de desarrollo sostenible y un trato justo y equitativo para los inversionistas. No obstante, el esquema vigente para el desarrollo de negocios recogido en la LOGH, difiere abiertamente del modelo de empresas mixtas aguas arriba contemplado en la vigente Ley Orgánica de Hidrocarburos de 2001 (reformada en 2006) que regula los hidrocarburos líquidos y el gas natural asociado, y el cual parte de la premisa del control accionarial del Estado venezolano en estos proyectos.
Los avances posteriores en Cardón IV
En el marco del mismo Proyecto Rafael Urdaneta en el Golfo de Venezuela fueron igualmente otorgadas licencias por el Ministerio de Energía y Petróleo a empresas filiales de Chevron, Gazprom y a la empresa conjunta PT Moruy, S.A., integrada por Inpex y Petrobras. Las sinergias y acuerdos de colaboración entre Cardón IV y estas otras licenciatarias estuvieron siempre presentes durante la fase exploratoria de los proyectos, procurando reducir sus costos y ser más eficientes en la contratación de los bienes y servicios requeridos. Al cabo de unos pocos años Cardón IV se convirtió en la única licenciataria exitosa en el Golfo de Venezuela, pues las otras empresas licenciatarias no corrieron con mucha suerte en sus programas de exploración y hallazgos de hidrocarburos gaseosos. El programa exploratorio de Cardón IV avanzó a pesar de las vicisitudes e inconvenientes que se generaron con la promulgación de la Ley Orgánica que Reserva al Estado los Bienes y Servicios Conexos a las Actividades Primarias de Hidrocarburos de 2009, pocos meses antes del descubrimiento del yacimiento. Esta Ley aseguró el control estatal de importantes actividades operacionales en el Lago de Maracaibo, tales como lanchas para el transporte de personal, barcazas con grúas para transporte de materiales, remolcadores, combustible diesel, y otros insumos, lo cual se tradujo en dificultades para poder contratar los bienes y servicios indispensables que se necesitaban en el Golfo de Venezuela y que se estimaba desde el punto de vista logístico y de reducción de costos se podían contratar en el Lago de Maracaibo dada su cercanía y especialidad en operaciones costa afuera.
Luego de concluido su programa de exploración y su plan de evaluación bajo los parámetros de la licencia, el plan de desarrollo de Cardón IV fue aprobado por el Ministerio del Poder Popular de Petróleo, al igual que la declaración de comercialidad, para comprender tres fases de producción de gas en el Campo Perla: (i) 450 MMSCDF (millones de pies cúbicos estándar día), ya completada; (ii) 850 MMSCFD, y (iii) 1.200 MMSCFD. Conforme al plan de desarrollo la producción de gas natural de Cardón IV es enviada desde las plataformas ubicadas en el Campo Perla hasta la planta de procesamiento en tierra firme en la localidad de Tiguadare, Estado Falcón, a través de una tubería submarina de 67 kilómetros de longitud. Este gas es adquirido por PDVSA desde 2015 para satisfacer la demanda de gas nacional en los sectores eléctrico, industrial, refinación y petroquímica.
Cardón IV probablemente sea el proyecto energético más exitoso que haya tenido lugar en Venezuela en la última década. Siempre ha trabajado de la mano del Ministerio del Poder Popular del Petróleo, como órgano contralor, fiscalizador y regulador, con la asistencia del Ente Nacional del Gas (Enagas) y PDVSA, en base a lo establecido en la licencia que le fuera conferida y la propia LOHG y su Reglamento. La licenciataria ha cumplido cabalmente sus obligaciones sobre contrataciones de contenido local, inversiones sociales anuales en las áreas de influencia, al igual que el respeto al medio ambiente y a los otros actores y comunidades que habitan o realizan actividades en las mismas áreas, en atención también a las mejores prácticas de la industria a nivel internacional.
Eni y Repsol, por intermedio de la empresa licenciataria, han aportado lo mejor de sus recursos humanos y técnicos, experiencia gerencial y tecnología avanzada para asegurar el desarrollo de la industria del gas natural costa afuera en el país. Se han contratado los servicios de las más reconocidas empresas para tener el apoyo necesario en la planificación, diseño y ejecución de las más variadas actividades de geología, exploración, perforación, ingeniería y construcción, propias de un proyecto de grandes magnitudes y de capital intensivo.
Venezuela y su potencial para la exportación de gas natural
No hay razones para que Venezuela no se convierta en el mediano y largo plazo en un exportador de gas natural por contar con recursos excedentarios, considerando no sólo a Cardón IV, sino a los importantísimos proyectos costa afuera Mariscal Sucre (inicialmente denominado Cristóbal Colón) y Plataforma Deltana, los cuales todavía no han entrado en etapa de producción. El gas natural es una energía mucho más limpia que el petróleo y puede ser exportado a través de gasoductos, proyectos de GNL (gas natural licuado) y otras modalidades. La exportación del gas debe convertirse en realidad en tanto y en cuanto las reservas de gas no serán consumidas en el país por ser tan cuantiosas, por lo que necesariamente deben dedicarse a ser comercializadas en el exterior con la consecuente generación de divisas, empleos, infraestructura y oportunidades de negocios para pequeñas, medianas y grandes empresas. Paralelamente a la exportación del gas natural, el país debe retomar el desarrollo de su sector petroquímico vinculado al gas como materia prima, mediante la producción y exportación de productos terminados tales como la úrea, los polímeros, el amoníaco y el metanol.
Venezuela es sin ningún tipo de dudas una potencia energética de primer orden con todavía un largo y retador camino por recorrer.