Experiencias en la educación a distancia (forzada por el Covid-19) en la FCJP de la UMA contadas por sus profesores

La Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Monteávila ha querido dejar constancia de lo vivido durante estos cuatro meses (marzo-julio 2020) en sede universitaria, durante los cuales las actividades “presenciales” se han suspendido forzadamente por la expansión mundial del Covid-19 y su llegada al país. Para ello, ha considerado oportuno convocar a sus profesoras y profesores para que sean ellos mismos quienes rindan testimonio de sus experiencias docentes en las “aulas virtuales”.

El proceso educativo universitario es corresponsabilidad de docentes y estudiantes, apoyados por las autoridades y todo el personal auxiliar encargado de acondicionar las instalaciones universitarias para que la enseñanza y el aprendizaje universitarios puedan realizarse adecuada y plenamente. Sin embargo, ese proceso educativo no es estático ni se repite en términos iguales. Cada curso es una realidad única, cuyas características vienen determinadas por el particular grupo de estudiantes y las circunstancias que los rodean. Cada profesor debe adaptar su propio estilo y habilidades a esa individual realidad para alcanzar óptimos resultados por parte del mayor número posible de estudiantes. La irrupción de la pandemia del Covid-19 nos hizo salir de cualquier paradigma previsto o previsible, y así dejó cortos a todos los ensayos de educación a distancia, remota o virtual, ensayados hasta ese viernes 13 de marzo próximo pasado, por lo menos en la UMA. La reacción por parte de las autoridades universitarias de hacerle frente a lo desconocido y de continuar con las actividades, ahora de manera “remota”, exigió de toda la comunidad universitaria una inmensa capacidad de adecuación a la nueva realidad y de adaptación al inexperto manejo de muchas habilidades “tecnológicas”. Durante ese fin de semana trabajamos para tomar ciertas decisiones que garantizaran la continuidad de las actividades. La semana del lunes 16 de marzo, la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas aplicó exámenes parciales según el calendario previsto para aquellos cursos y asignaturas que así lo tenían previsto según el calendario académico. Esa misma semana los profesores continuaron con sus clases, ya no en la sede de Boleíta Norte, sino ahora desde la “nueva sede” del lugar de habitación de cada profesor y de cada estudiante. Profesores y estudiantes debieron adaptar sus residencias para que sirvieran de “aulas”. De inmediato cada uno de los profesores y de los estudiantes debieron, sin pérdida de tiempo, hacer ingentes esfuerzos por dominar las tecnologías de la información para “hacerse presentes en clase” y en otros ejercicios educativos. Más de una vez el servicio de electricidad, la red y la conectividad fallaron, pero nuestros profesores y estudiantes encontraron las formas para sobreponerse a las dificultades. Si hay buena voluntad todos esos problemas son sólo obstáculos momentáneos.

Durante cuatro meses se llevaron a cabo las clases, ejercicios, prácticas y evaluaciones de la más variada naturaleza, utilizando diferentes instrumentos y plataformas. Muchas veces los horarios se desdibujaron y la actividad docente se extendió hasta muy entrada la noche. La Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas experimentó con flexibilidad dentro de los lineamientos que le brindaron las autoridades rectorales. Dejamos que cada curso -profesor y estudiantes juntos- fuese haciendo el camino al andar. Hoy podemos anunciar la culminación del período anual 2019-2020 y del período semestral 2020-I. No fue fácil adaptarnos a las circunstancias, y la incertidumbre causada por la falta de información creíble y la inseguridad ante los eventos del provenir inmediato, hicieron a mas de uno pensar en claudicar. La situación exigió infinitos recursos de fortaleza mental para hoy poder rendir cuentas con la satisfacción de haber alcanzado el objetivo propuesto, de acompañar a los estudiantes durante estos tiempos complicados.

Haber logrado estos objetivos es un mérito que la Facultad quiere reconocer públicamente a sus profesores, quienes dando lo mejor de sí, aprendiendo sobre la marcha, hicieron que este período lectivo se realizara con “normalidad”, dando sus clases, suministrando materiales de estudio, realizando las evaluaciones y respondiendo a sus estudiantes cuando así les fue requerido. Sin el esfuerzo y dedicación de cada uno de ellos, nada de esto hubiera sido posible. Este no es el lugar para listar sus nombres, pero invitamos a los interesados a consultarlos en la página de nuestra Universidad Monteávila. Cada uno de ellos es digno del reconocimiento y admiración de nuestra comunidad universitaria. Hasta ellos va la palabra de agradecimiento de su Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. Igualmente quiere nuestra Facultad expresar su agradecimiento a las autoridades rectorales y al Consejo Directivo de la UMA por su palabra de guía en momentos de duda, a los Decanos y Decanas de las Facultades hermanas de la UMA por compartir sus experiencias y haber escuchado la nuestra durante estos meses en numerosas reuniones de trabajo virtuales. También al personal de la Facultad y a su Directora, por su comprensión y por haber cargado con todas nuestras preocupaciones. Esta publicación es apoyada por el Blog de la revista de nuestra Facultad, “Derecho y Sociedad”. A sus Directores muchas gracias por haber escuchado la propuesta de divulgar estas experiencias. Asimismo, nuestra felicitación a los estudiantes que no cedieron y que hicieron el esfuerzo necesario para cursar y aprobar con éxito este período de estudios. A los graduandos, que son nuestro orgullo, esperamos acompañarlos en los actos solemnes de grado que se realizarán tan pronto como las circunstancias lo permitan.

Creemos que es un deber de nuestra Facultad dejar constancia de lo vivido, para que siguiendo el ejemplo que inició en el mundo de habla castellana la Universidad de Navarra, compartamos con otras Facultades hermanas de todo el país, de la región y del mundo, lo alcanzado, las vías seguidas y métodos aplicados, las dificultades vencidas; para que en el futuro lo hagamos mejor y nuestros estudiantes sean también mejores, intelectualmente motivados para enfrentar con alegría los desafíos del conocimiento, de la ética académica y del correcto proceder ciudadano, libre y democrático.

Y para que no se olvide esto, aquí quedarán estas “Experiencias en la educación a distancia (forzada por el Covid-19) en la FCJP de la UMA contadas por sus profesores”.

 

Eugenio Hernández-Bretón

Decano

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Monteávila